Llega el verano: cuatro consejos para mantener tu coche a salvo
El calor ya está aquí y muchos conductores se preguntan cómo proteger su coche en verano. El año pasado, la Dirección General de Tráfico estimó cerca de 95 millones de desplazamientos en este periodo, donde gran parte de la población aprovechará para tomar unos días de descanso.
No hay que olvidar que, ante la llegada del calor, no solo tienes que cuidarte a ti, sino también a tu coche, que tendrá que afrontar un desafío adicional en estos viajes. Por eso, hoy te vamos a dar cuatro consejos prácticos para mantenerlo a salvo y que nada se tuerza en tu verano.
Revisa el aceite de motor de tu coche
El rendimiento de los coches depende en gran medida de la calidad y adecuación del lubricante de motor. Así, los aceites de motor sintéticos ofrecen una mejor estabilidad térmica y resistencia a la oxidación, ya que mantienen su viscosidad y proporcionan una protección constante a temperaturas elevadas.
La otra clave está en el mantenimiento. Por eso, antes de hacer un viaje te recomendamos revisar el nivel de aceite del motor, algo que puedes hacer de forma sencilla. Solo tienes que abrir el capó del vehículo, localizar el depósito de aceite, sacar la varilla del nivel de aceite, limpiarla con un trapo seco, volver a introducirla y sacarla de nuevo. Ahí podrás ver reflejado el nivel. Eso sí, no olvides hacerlo con el coche en posición horizontal para que el resultado sea óptimo.
Controla el sistema de refrigeración
El sistema de refrigeración de los vehículos trabaja en conjunto con el aceite para mantener el motor a una temperatura segura. Asegúrate de que está en buen estado revisando el nivel de refrigerante o de si hay fugas.
Recuerda que mantener el radiador limpio y en buen funcionamiento es esencial. Si está obstruido o sucio, puede provocar un sobrecalentamiento del motor, incrementando la carga sobre el aceite y reduciendo su efectividad.
Revisa la presión de los neumáticos
Comprobar la presión de los neumáticos antes de un viaje es sencillo y te puede ahorrar dolores de cabeza.
Puedes acudir a una estación de servicio de Repsol, donde hay equipos para medir los niveles de presión. Para que el cálculo sea correcto, el neumático tiene que estar en frío, así que si lo acabas de aparcar, es recomendable que lo dejes apagado y en reposo durante unos minutos. Y si lo necesitas, podrás hincharlos para que queden perfectos.
Una vez lo hayas hecho, quita el tapón de la válvula del neumático y coloca el manómetro para obtener la lectura. Después, compara el resultado con la presión recomendada, que podrás encontrar en el manual del coche. Tendrás que repetir este proceso para cada rueda (incluido la de repuesto). No solo te dará tranquilidad, sino que también mejorará la seguridad y eficiencia del motor de tu coche.
Mantenimiento regular y conducción eficiente
Todos estos consejos te serán más útiles si llevas a cabo un plan de mantenimiento regular de tu vehículo, ya que tendrás todos los aspectos críticos bajo control. También te será de ayuda optar por una conducción más eficiente. Al evitar acelerar bruscamente o conducir a una velocidad constante, reducirás el estrés sobre el motor y, con él, el desgaste de sus distintas piezas.
Por último, te recomendamos consultar el manual del fabricante antes de decantarte por un lubricante u otro, pero también que utilices lubricantes de calidad. Es algo que garantizará un funcionamiento óptimo de tu coche.
En el portal de Repsol Lubricantes tienes un buscador que te permite encontrar el producto que necesitas con solo insertar el modelo o la matrícula de tu coche. Y si tienes alguna duda, recuerda que puedes hacérnosla llegar a través de nuestro formulario de contacto. ¡Hasta pronto!