“La competición de motor es el mejor banco de pruebas que existe para los lubricantes”
Hoy os queremos presentar a nuestro compañero Santiago Maroto, gestor senior del área de Asistencia Técnica y Desarrollo de Lubricantes en Repsol. Su carrera profesional en la compañía comenzó gracias a su proyecto de final de carrera en la universidad. Desde entonces, ha acumulado más de dos décadas de conocimiento y práctica, desempeñando un papel crucial en el asesoramiento técnico y desarrollo de productos innovadores.
En esta entrevista, Maroto nos revela los desafíos y aprendizajes más significativos de su carrera, desde su trabajo en el desarrollo de productos para la competición de MotoGP hasta su contribución en el blending de productos especiales. Maroto también reflexiona sobre la importancia de la participación en competiciones de motor para una empresa como Repsol, ya que estas experiencias proporcionan un invaluable banco de pruebas para nuevas tecnologías que luego se introducen en el mercado comercial.
¿Cómo empezaste a trabajar en Repsol?
Como trabajo final en la carrera de ingeniero industrial, tuve la suerte de escoger como tema la sustitución de la gasolina con plomo para el Laboratorio de Motores de Repsol, con un estudio sobre el impacto de la eliminación de los aditivos a base de plomo en diferentes motores y las posibles alternativas para sustituirlos. Gracias a este trabajo, entré a trabajar dentro del TechLab.
¿Cómo describirías tu papel actual en el departamento de Asistencia Técnica de Lubricantes?
Mi trabajo actual consiste en dar asistencia técnica sobre los lubricantes; es decir, en aconsejar a nuestros comerciales sobre qué aceite ofrecer según su aplicación y uso. Otra de mis labores es utilizar las analíticas de aceites usados para ayudar a resolver los problemas que tienen los equipos y buscar soluciones preventivas. Además, también me encargo del desarrollo de los nuevos aceites demandados por nuestros clientes.
Has trabajado durante 20 años en el Laboratorio de Motores y el Blending de productos especiales. ¿Qué es lo que más valoras de esta experiencia?
Gracias al trabajo desarrollado en el laboratorio durante todos estos años, he podido comprender tanto el funcionamiento de los motores como el comportamiento de las gasolinas y aceites que van dentro de ellos. Ese conocimiento hace que ahora tenga más facilidad a la hora de desarrollar los productos.
El blending de productos especiales es una planta pequeña, pero me ha permitido conocer toda la cadena de valor en una fábrica de combustibles y aceites, desde la compra de materias primas hasta las complicaciones en las fabricaciones y caracterización de estas, pasando por el cumplimiento de las reglamentaciones correspondientes o la logística de distribución por todo el mundo de los productos terminados.
¿Cuál ha sido el proyecto más desafiante en el que has trabajado hasta ahora? ¿Y el que recuerdas con más cariño?
El proyecto más desafiante en el que he trabajado ha sido el del equipo Repsol-Honda en MotoGP, porque era un reto tener que desarrollar los mejores productos para un fabricante número uno de motos. Además, competía con otras petroleras, ya que no querían un buen producto dentro de sus motores, sino el mejor que hubiera en el mercado. Esto podría implicar que, aun llevando los colores de Repsol, usaran otro producto de la competencia. Por eso, es también un proyecto bastante estresante tanto en el desarrollo como en el suministro de los productos.
Por otro lado, el proyecto que recuerdo con más cariño es el desarrollo de una gasolina de 2 tiempos para el equipo Ajo MotorSport de KTM en la temporada 2010. Fue con el que ganó su primer campeonato del mundo Marc Márquez en la categoría de 125 cm3. Además, también fuimos la última gasolina de 2T en ganar este campeonato del mundo.
¿Por qué la participación en competiciones de motor es tan importante para una compañía como Repsol?
Desde el punto de vista del desarrollo de productos, la competición para nosotros es el mejor banco de ensayos que pueda existir. Nos da la oportunidad de probar los nuevos motores que desarrollan los fabricantes. Hay que recordar que estas nuevas tecnologías estarán dentro de unos años introducidas en el mercado, por lo que nos permite adelantarnos a los posibles cambios que tengamos que introducir.
¿Cómo afectan las propiedades de los aceites de competición al rendimiento de los motores? ¿En qué se diferencia el desarrollo de estos productos y los comerciales?
La principal diferencia entre estos aceites es que están dentro del motor solo una carrera, por lo que cada 350 kilómetros se cambian y el paquete de aditivos que tiene que llevar debe desarrollarse para ello. La segunda es que la vida de estos motores es más baja, por lo que se puede bajar la viscosidad para aumentar la potencia.
Para desarrollar un producto comercial hay que considerar que puede usarse en muchos motores diferentes y que lo más importante es mantener el motor como al principio, ya que la vida de estos es muchísimo más prolongada.
¿Cómo ves la evolución de los lubricantes en un futuro próximo?
Creo que el reto más importante al que tendremos que enfrentar será el desarrollo de aceites más sostenibles, porque somos parte de la hoja de ruta de Repsol para alcanzar las emisiones netas cero en 2050. Por lo tanto, tenemos que desarrollar lubricantes reduciendo la huella de carbono en todo su ciclo de vida.