“La logística, el apoyo comercial y los productos de calidad son los pilares de Repsol”
Tony Tarrazo ha llevado su pasión por el automovilismo a un próspero negocio. Co- Fundador de Tarrauto en la República Dominicana, junto a su padre Jose Antonio Tarrazo, este empresario lleva más de 30 años asociado con Repsol como distribuidor de lubricantes para este mercado. A través de estrategias bien definidas y con un compromiso con la calidad y el servicio, Tarrauto ha logrado posicionarse como un referente en el sector, no sin antes superar retos de todo tipo.
En esta entrevista cuenta su historia, que también es un testimonio de cómo la dedicación, el trabajo constante y la estrategia correcta pueden transformar un desafío inicial en una historia de éxito.
¿Por qué decidiste dedicarte a la distribución de lubricantes?
Nuestra familia practicó durante años la afición a las carreras de coches en circuitos. Aunque en ese momento estábamos en un negocio diferente, nuestros colegas del automovilismo nos aconsejaron que aprovecháramos el conocimiento y reconocimiento que teníamos en este deporte para lanzar un negocio relacionado con él.
En principio, fue una tarea difícil ya que fuera de España, Repsol no gozaba de una presencia y fama como la actual. Por eso, decidimos introducir la marca en la zona este del país, la cual era y sigue siendo la zona líder en hostelería y turismo, con alta presencia de ejecutivos y personas influyentes del sector hotelero español. Esta coyuntura nos permitió llegar más fácil a los usuarios, ya que estos conocían la marca por su procedencia. Desde ahí, ha sido un largo camino de estrategias de crecimiento y reconocimiento en este sector y otros que estaban ligados, como el transporte turístico o la construcción de hoteles.
¿Cómo comenzó la relación con Repsol?
Nosotros somos españoles y, por tanto, conocedores de la trayectoria de Repsol. Por eso, contactamos con el departamento internacional, entonces recién creado. De ahí en adelante, todo fluyó. La evolución de esta división para Latinoamérica ha sido constante y funciona de forma muy profesional, dinámica y motivadora.
¿Cuál fue el mayor desafío que encontraste en los primeros años?
Entonces, Repsol no era una marca reconocida en República Dominicana, así que fue muy difícil convencer a clientes de cambiar de marcas con mucha trayectoria en este mercado. Nuestra estrategia fue comenzar ofertando la marca a empresas españolas establecidas en el país, que sí conocían la naturaleza de Repsol.
¿Cómo ha cambiado el mercado de lubricantes en República Dominicana desde entonces?
República Dominicana ha avanzado mucho en términos de modernización, tanto en su parque vehicular como en los diferentes renglones industriales. Eso ha hecho que el consumidor entienda que necesita una marca confiable que garantice el correcto funcionamiento de sus inversiones.
¿Qué es lo que más destacarías de Repsol frente a otras marcas?
Si tuviera que destacar tres aspectos de Repsol, serían la logística, el apoyo del departamento comercial y los productos, que siempre son desarrollados para cumplir todos los estándares de calidad.
¿Cómo habéis conseguido que Tarrauto sea líder en la distribución de lubricantes en República Dominicana?
Han sido muchos años de trabajo, de ser constantes e insistentes a la hora de hablar con los clientes y, sobre todo, de dar un servicio de primera, con un seguimiento postventa continuo.
¿Cuál ha sido la lección más importante que has recibido de este negocio?
Crecer es difícil, pero mantenerse es más difícil aún.
¿Qué consejo le darías a alguien que esté pensando en comenzar en el negocio de la distribución de lubricantes?
Si la idea es empezar con Repsol en otro país, mi consejo sería formar un equipo de personas que estén dispuestos a entender el negocio de los lubricantes. Eso te permite poder tocar puertas y lograr convencer con hechos, y no solo palabras, a los consumidores. Hay que demostrar la calidad que tienen los productos y los valores agregados que se pueden ofertar con ellos.